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Hongos en cuerpo, uñas y manos

El agua sulfurosa es una gran fuente de salud; en colaboración con la malva y el oleato de enebro, combate los hongos, las micosis y los pies de atleta. También regenera la piel de esas zonas sin color que quedan en nuestro cuerpo después de los hongos, ya que recompone la queratina de la piel.
También extraordinaria para drenar el hígado y combatir la psoriasis.

Ingredientes:
½ l de agua sulfurosa
1 puñado de malva
1 puñado de frutos de enebro
Aceite de oliva

Preparación:
El oleato de enebro debe prepararse con 15 días de antelación, pues ése es el tiempo que necesita macerar el aceite de oliva en un tarro, resguardado de la luz, con los frutos de enebro, antes de poder ser filtrado a un botecito de topacio.
Para elaborar la cocción se pone a hervir el agua sulfurosa; cuando rompa el hervor, se le añade la malva y se deja 15 minutos al fuego. Posteriormente, tan sólo ha de colarse en un tarro de cristal.

Uso:
Empapar un algodón con el oleato de enebro y untar la zona afectada. Cuando se seque, en una media hora aproximadamente, empapar otro algodón con la cocción de malva y untar de nuevo la zona afectada.
Este remedio también es efectivo para los problemas de vesícula.

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